viernes, 1 de junio de 2012

Ejercicio 20

Cuando me fijé en Tirante no pude quitar mi mirada de su bello rostro, su nobleza y su gran armadura destrozada de tantos combates contra malhechores. Ahora mismo siento un gran amor por él, pero no puedo decírselo al capitán, se enfadaría mucho conmigo, por eso estoy muy angustiada. Cuando este a solas, me acercaré a él y expresare todo mi amor que siento hacia él.